Artículo de Opinión

La muerte materna también tiene nombre y apellido

Por la Prof. Dra.Liliana S. Voto y Prof. Dr. Samuel Karchmer


Maternal mortality is an identified issue. Letter of Commitment (english version)


 

La muerte materna no es un hecho aislado y debe verse como la culminación de un complejo proceso en el que intervienen múltiples factores. Las causas están perfectamente identificadas y numerosas publicaciones internacionales las establecen con claridad: La relativa desventaja que sufren importantes sectores femeninos del mundo en el logro de sus derechos fundamentales como la educación y la salud, el derecho al trabajo y al reconocimientos social en igualdad a los hombres, la falta de atención médica más elemental desde que son niñas. La falla de cuidados en la adolescencia, la falta de derecho a decidir sobre el número de hijos que desean y del momento de tenerlos, la falta del más mínimo rasgo de comprensión cuando desesperadas se ven obligadas a recurrir al aborto provocado en forma insegura, la falta de atención prenatal adecuada y la falta de atención calificada durante el parto.

La mortalidad materna es el mejor indicador de cómo una sociedad valora a sus mujeres, de la real importancia que les confiere, de cómo respeta sus derechos humanos y de la congruencia, o no, entre los discursos políticos y de la movilización de los recursos necesarios para que los eventos reproductivos lleguen a feliz término.

Los derechos de la mujer, incluyendo su derecho a la educación, a la dignidad y al respeto, al descanso, a la alimentación y cuidado de la salud adecuado, son parte fundamental de cualquier solución permanente. No existe otra solución.

Si la supervivencia humana es un efecto del progreso, debemos calificar el verdadero progreso, el que además de científico, tiene que ser en esencia ético y social, que es lo que verdaderamente cuenta como avance para la dignidad de las personas.

Los derechos internacionales relativos a la salud de la mujer, valen muy poco para ella, si no hay responsabilidades por parte de los gobiernos, organizaciones e individuos para respetarlos.

La mayoría de las muertes y discapacidades atribuidas al parto, SON EVITABLES, porque las soluciones médicas son bien conocidas. Por lo tanto, el reto que queda es organizacional y estratégico, NO TECNOLÓGICO.

El futuro no ocurre, se construye: Necesitamos urgentemente más salud en la política y no política en la salud.

Más dinero para la salud y más salud con el dinero.

 



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